¿Es posible dominar algún instrumento en corto tiempo?

Cualquier persona estudiando, o que haya estudiado en su momento, algún instrumento musical alguna vez en su vida se ha tenido que topar en su búsqueda como principiante con anuncios que prometían enseñarte a ser el ‘mejor’ en tan sólo unos cuantos meses, compra esto o aquello y cómo por arte de magia estarías tocando como tus bandas favoritas. Después de estudiar música y haber experimentado por uno mismo el estudio de un instrumento como debe ser, uno se da cuenta de que ese tipo de anuncios no es más que pura charlatanería y es que desarrollar esas habilidades requiere de muchos factores más que sólo un poco de talento.

La diversidad de inteligencias que una persona posee predisponen a que ciertas cosas sean más fáciles de aprender que otras de persona a persona tanto como la absorción de nuevos conocimientos (lo cual también varía de persona a persona), en primera instancia de forma mental y después de forma mecánica (física). El tiempo de práctica que se le brinde diariamente también es un factor que determinará la fluidez, factores externos tanto como internos, disciplina, la motivación frente a pasajes difíciles y/o rigurosos donde es importante mostrar determinación.

¿Es posible aprender a tocar un instrumento en corto tiempo? Es ciertamente posible, aprender las bases de este y hacerte familiar con ello (se suele decir que para volverse familiar con el instrumento y las necesidades que requiere de la persona de forma mental y física, toma alrededor de un año). ¿Es posible dominarlo en tan sólo un par de meses? Sería mentir si respondiéramos que lo es. Muchos de los mejores guitarristas, bateristas, etc., han pasado gran parte de su vida perfeccionando su arte (nunca dejas de aprender) y tocando largas horas al día todos los días de la semana. Como el estudio de cualquier otra cosa, requiere desarrollar habilidades que sólo se van formando con el paso tiempo y la constancia. Como dicen, lo fácil no siempre garantiza calidad. Algo bien trabajado y estudiado (a consciencia), sin embargo, es otra cosa.